Bosque Protector Cerro Blanco

Expedición Científica

Cerro Blanco, un paraíso de biodiversidad a las puertas de Guayaquil, alberga un sorprendente tesoro de vida silvestre en su Bosque Protector, según un nuevo estudio llevado a cabo por la Fundación para la Conservación e Investigación JAPU y 40 expertos desde octubre de 2021. Este importante ecosistema de bosque seco tropical, uno de los más amenazados a nivel global, ha perdido más del 90% de su cobertura natural en Ecuador, lo que subraya la urgencia de proteger y conservar su riqueza biológica única.

Gracias a una alianza público-privada entre la Fundación Aeroportuaria de Guayaquil y la Fundación JAPU, el estudio busca conocer y proteger los recursos naturales de la ciudad, describiendo patrones de diversidad actuales en dos fases: la época seca (octubre y noviembre de 2021) y la lluviosa (marzo y mayo del presente año). Por primera vez en dos décadas, los investigadores de la Fundación JAPU obtuvieron permisos para realizar una expedición científica en la cordillera Chongón Colonche y el Bosque Protector Cerro Blanco, financiado con 345,000 dólares. Los resultados preliminares han sido asombrosos: registros nunca antes reportados en Cerro Blanco, nuevas especies para la ciencia y una biodiversidad extraordinaria en aves, mamíferos, insectos, anfibios, reptiles y árboles.

Entre los hallazgos más destacados se encuentran 146 especies de aves, 12 de ellas nuevos registros para el Bosque Protector Cerro Blanco, incluyendo 32 especies endémicas de la región tumbesina. También se han observado parejas de papagayos de Guayaquil, un murciélago pescador (Noctilio leporinus), 97 especies de insectos – con dos especies de libélulas registradas por primera vez en la localidad – y 21 especies de mariposas nunca antes reportadas.

Los investigadores también han registrado tres especies endémicas de ranas venenosas pero inofensivas para los seres humanos, como la rana cohete de Chimbo (Hyloxalus infraguttatus), la nodriza de Machalilla (Epipedobates machalilla) y la rana lechera del Chocó (Trachycephalus quadrangulum). Asimismo, han avistado serpientes, lagartijas y otros reptiles raros y poco frecuentes en la zona.

El estudio ha documentado hasta ahora 51 especies de mamíferos, incluyendo el venado rojo (Mazama gualea) y el margay (Leopardus wiedii), ambos raros de reportar en el bosque y considerados extirpados por la cacería excesiva. Además, se han identificado cinco especies nuevas de árboles para la ciencia y se espera que al menos diez de las 191 especies de arañas encontradas sean nuevas para la ciencia.

La expedición incorpora el estudio de peces y macroinvertebrados, con el fin de entender mejor la diversidad de vida en las quebradas estacionales que aportan agua a la zona. Además, se lleva a cabo un proyecto adicional en colaboración con la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Guayaquil y la Universidad Complutense de Madrid, centrado en nematodos de peces, con tres posibles nuevas especies descubiertas.

Este estudio de la Fundación JAPU pone de manifiesto la increíble biodiversidad del Bosque Seco Tropical y la importancia de protegerla frente a las amenazas de caza, tala y perros ferales que afectan a la fauna silvestre. Subraya la necesidad de abordar la problemática desde perspectivas económicas, sociales y ambientales para garantizar la preservación de este invaluable patrimonio natural en el occidente de Ecuador.